Insurrecta: Crónicas esquizofrénicas de una vida indómita
Insurrecta nos acerca a un entramado de situaciones y circunstancias delirantes y alucinantes, en las cuales vemos reflejadas nuestras “realidades”, como si fuese un inconsciente colectivo. Los relatos, magistral y mágicamente presentados, nos ponen en contacto con emociones universales que van desde la alegría hasta la ira; de pensamientos diáfanos como la paz hasta insondables como la nostalgia y la confusión.
Mediante el humor, y la narrativa de la transmisión transgeneracional de la tribu, se exponen valores medulares como la libertad, verdad, integridad y fidelidad. Las crónicas esquizofrénicas develan un mundo imaginario en el que se personifican gatos, novillas, piojos, ratones; y se animan zapatos, escobas, carros, llaves y muñecas de papel. El acercamiento a la realidad es fantástico hilado con ideas de referencias que solo son experimentadas por una vida indómita.